El Perdón y el Amor hacia los Enemigos

Vence a tus enemigos para blog, blogger

Tal vez una de las más duras pruebas para los cristianos es el perdonar alguna persona que nos hizo daño y amar nuestros enemigos por el hecho de ser nuestros prójimos. Más de una persona encuentra difícil esto, sin embargo como todo en los caminos de Cristo es un proceso, el perdonar y amar a nuestros enemigos también lo es. En la entrada ¿Que es el Amor? se nos exhortaba que como hijos de Dios es nuestro deber el amar de forma verídica: demostrándolo. Precisamente el tema de esta entrada esta directamente relacionado con el verdadero significado de amar, además es necesario como cristianos iniciar este proceso si actualmente se posee odio en el corazón hacia alguien.

El perdonar las ofensas y agravios de las demás personas (sin importar de que tipo o cuan grave sea la situación), es directamente proporcional al perdón que tiene Dios para nosotros; aunque con Jesucristo nuestros pecados han sido lavados (Juan 1:29), tenemos tener consciencia que no somos perfectos y no hay ninguno justo (Romanos 3:9-20), nuestra naturaleza humana esta situada en el error y siempre cometemos ofensas y pecado ante los ojos de Dios (muchas veces de manera inconsciente). Es por ello que debemos poner en práctica el proceso de perdón. Jesucristo nos lo confirma Mateo 6:12-15: 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, más libranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Vemos cuan importante es el perdonar, lo anterior es un fragmento de la famosa oración del Padre nuestro; al finalizar la oración Jesús hace énfasis exclusivo a esta parte de la oración ya que el perdonar es algo exclusivo para agradar al Padre , nuestro galardón se fomenta en los cielos cuando lo hacemos (Grande es la gracia que hallamos delante de Jehová cuando perdonamos cualquier ofensa por parte de alguna persona, Jehová se deleita en ello).

Jesús también nos enseña Lucas 6:27-36: 27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestro enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntala también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. 32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué merito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. El practicar el amor hacia los enemigos es una de las cualidades que nos diferencia de aquellos que no son cristianos, nuestro corazón no debe poseer odio y lo que demuestra ello es nuestros actos; el versículo 29 hace una aclaración en verdad especial, esto no significa que debemos exponernos para el maltrato y al abuso: Significa en realidad que cuando alguien comete agravio contra ti, tu tienes que perdonar y estar preparado para perdonar de nuevo porque los seres humanos son incidentes en sus fallas, como también nosotros somos incidentes en nuestros pecados y Jehová nos perdona, también debemos perdonar las ofensas incidentes.

No esperemos nada bueno del hombre (Lucas 6:35), cuando hagamos el bien hagamoslo para el Padre que lo ve todo y Él es quien en realidad compensa, no para recibir recompensa del hombre. Mis amados hermanos, tal vez hayamos recibido mucho daño por una persona, una persona que lo único que quiere es nuestro fin, pero debemos perdonar y amar para agradar a Dios. Perdonar y amar a los enemigos son tareas muy complicadas si lo miramos de acuerdo a nuestra naturaleza humana, pero bueno es el Padre que nos da fortaleza para lograrlo todo (Filipenses4:13 ), perdonar y amar a nuestros agresores no es inmediato (toma mucho tiempo para muchos), pero es una tarea que debemos encomendar a Dios a diario en nuestras oraciones, demostrando a Jehová las ganas de luchar para mejorar. Cuando guardas rencor en tu corazón hacia alguien, dicho rencor es un veneno que te consume interiormente poco a poco… alejándote de los caminos de Dios (quien se hace daño eres tu mismo), pero cuando extirpas ese veneno (perdonas), sientes como la paz de Dios se revela y tu vida cobra un rumbo en el cual Jehová se alegra.

Eclektos